La discriminación en las galletitas Variedad

No debe ser fácil ser parte de un paquete de galletitas Variedad. No cualquiera soportaría lo que implica competir con tantas galletitas y ver que siempre ganan las mismas. Las pobres de chocolate o las intrascendentes que quedan en el camino sufren hasta humedecerse en algún auto después de un viaje o caer en un tacho de basura. No importa el ámbito social que se transite, siempre sobrarán las mismas galletitas.

Muchas veces compramos estas galletitas basados en que la heterogeneidad (parecido a Variedad pero sin ser un nombre tan seductor como marca) del producto podrá complacer a todos en alguna tarde, por ejemplo, en algún viaje entre amigos. Nunca escuché a nadie decir: Uh, qué masa, yo quería unas Boca de Dama. Ni hablar de la desilusión cuando avistás un paquete abierto y sólo queda el fondito que son esas. Y las mirás, y pensás: «nunca las probé bien, capaz que son ricas.» Y no.

Están los códigos que dicen que, cuando te convidan un paquete de galletitas surtidas, no se elige. Que hay que bancarse la adrenalina de meter la mano y ver qué pasa. Sin embargo existen los trasgresores que al abrir el paquete seleccionan varias y las dejan a un lado para ir disfrutándolas poco a poco.

Entre las galletitas ganadoras sin dudas están las Minimelba y Minipepitos. Mucha gente se pregunta, ¿por qué en vez de comprar un paquete de variedad no compramos Melba y Pepitos?

Para evitar situaciones como esta, desde este pequeño espacio proponemos un cambio ante esta cruel realidad, por lo tanto tenemos tres propuestas para ofrecer:

1º “Comamos todas las galletitas”: pretendemos lanzar una campaña donde se busque la integración y el amor abierto hacia todas las galletitas.

2º Hablar con las grandes empresas para que eliminen de una vez por todas las galletitas que sobran. Que dejen de fabricarse y que el paquete sea una fiesta de Melba y Pepitos.

3º Que todos los paquetes de variedad vengan acompañados con un pequeño dulce de leche. De esta manera, con las galletitas “no deseadas” se podría lograr algo bueno. La mezcla de algo no tan copado y el dulce de leche a veces genera un poco de integración y siempre resulta positivo.

Esperamos sus comentarios para tomar una decisión al respecto.